Sinopsis:

Este análisis parte de una problemática que se presenta en 1999. En ella surge la discusión relacionada al culto gudalupano. Esta discusión divide a la jerarquía eclesiástica en dos facciones, la primera encabezada por el cardenal y arzobispo primado de México Norberto Rivera Carrera y una gran parte de la jerarquía que promueven la canonización de Juan Diego -petición que había hecho la iglesia al Vaticano desde principios del siglo XX- y la segunda dirigida por el ex abad de la Basílica de Guadalupe Guillermo Schullemburg y sacerdotes quienes argumentan que el Papa no puede canonizar a una persona que históricamente no había existido.