Sinopsis:

El presente libro reúne más de treinta años de trabajo clínico e invita a recorrer las preguntas que ese trabajo ha generado a través de cuatro caminos distintos: arte, clínica psicoanalítica, epistemología y criminología. La manera en como son abordados posibilitan interrogar las operaciones de lo inconsciente y acercarse a las obras de Juan Rulfo y Lewis Carroll por el lado de la literatura, pero también a las de Georg Cantor y Henri Poincaré desde las matemáticas, para no dejar de pensar el psicoanálisis, pues, la clínica no deja de producir preguntas que atraviesan otros territorios como la música y el delirio. El título apunta al común denominador de muchos de estos trabajos: un padre presente desde su ausencia; un padre fantasma; un nido de fantasmagorías. Los hechizos cambian, pero el motor permanece. No sólo se trata del hechizo como aquello de lo que habla la magia, de ese poder imaginario. También se refiere a algo malhecho, frágil. Las dos lecturas de la palabra refieren al delirio y a sus genealogías de espectros: por un lado, el pensamiento arcaico de la fantasía y la magia; por otro, algo que se cae fácilmente. El texto busca compartir estos distintos senderos y así, quizá, ayudar a escuchar aquello no se puede entender. En palabras del autor, son piezas para armar horizontes.